jueves, 29 de marzo de 2018

¡Mucha Mierda!

Esta escatológica expresión se utiliza mucho en ambientes teatrales como forma de desear suerte en la función. Hoy en día se ha extendido en otros campos y se le puede desear mucha mierda desde al que se va a examinar hasta a quien tiene que ir a un concurso.

El origen de esta expresión tiene dos versiones muy distintas y ninguna de ellas está contrastada, así que queda a criterio del lector elegir la que más le convenza.

Por un lado nos encontramos quienes dicen que el origen de la expresión proviene de la época en la que las personas de clases pudientes acudían al teatro (en aquella época corrales de comedia) en sus coches de caballos. Al llegar a la puerta del recinto, mientras bajaban del coche, el animal hacía sus necesidades allí mismo, por lo que cuando estaba a punto de empezar la representación un miembro de la compañía se asomaba y miraba la cantidad de excremento depositada.

Cuanta más había, más gente de dinero se encontraba entre el público; algo muy importante, porque como no se cobraba entrada, su sustento dependía del dinero que, concluida la función, los espectadores lanzasen al escenario.

Los miembros de la compañía se agachaban a recoger las monedas lanzaras por el público y de ahí dicen que viene otra expresión teatral de aparente paradójico significado: «rómpete una pierna» (es decir, que tengas mucha suerte y te rompas la pierna de tantas veces que tengas que flexionarla para recoger el dinero recaudado o para saludar al público).

La otra versión especula con que el origen se remonta a la Edad Media, cuando los artistas iban con sus carromatos de pueblo en pueblo. Cuando llegaban a uno, si había mucho estiércol a la entrada, podían saber si (en función de la extensión del mismo) en aquel momento había un mercado, feria u otro acto y merecía la pena detenerse para hacer su espectáculo.

El deseo entonces, entre los compañeros de gremio, era que encontrasen mucha mierda en el siguiente pueblo, quedando la expresión abreviada que ha llegado a nuestros días.

martes, 27 de marzo de 2018

La Pirámide de Maslow

La Pirámide de Maslow, o jerarquía de las necesidades humanas, es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra: Una teoría sobre la motivación humana de 1943, que posteriormente amplió. Maslow formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide).

La escala de las necesidades de Maslow se describe a menudo como una pirámide que consta de cinco niveles: los cuatro primeros niveles pueden ser agrupados como «necesidades de déficit (primordiales); al nivel superior lo denominó «autorrealización», «motivación de crecimiento», o «necesidad de ser». “La diferencia estriba en que mientras las necesidades de déficit pueden ser satisfechas, la necesidad de ser es una fuerza impelente continua”.

La idea básica de esta jerarquía es que las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide. Las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía. Según la pirámide de Maslow dispondríamos de:

Necesidades básicas
Son necesidades fisiológicas básicas para mantener la homeostasis (referente a la salud); dentro de estas, las más evidentes son:
Necesidad de respirar, beber agua, y alimentarse.
Necesidad de mantener el equilibrio del pH y la temperatura corporal.
Necesidad de dormir, descansar y eliminar los desechos.
Necesidad de evitar el dolor y tener relaciones sexuales.

Necesidades de seguridad y protección
Estas surgen cuando las necesidades fisiológicas se mantienen compensadas. Son las necesidades de sentirse seguro y protegido, incluso desarrollar ciertos límites en cuanto al orden. Dentro de ellas encontramos:
Seguridad física y de salud.
Seguridad de empleo, de ingresos y recursos.
Seguridad moral, familiar y de propiedad privada.

Necesidades de afiliación y afecto
Están relacionadas con el desarrollo afectivo del individuo, son las necesidades de:
Asociación
Participación
Aceptación
Se satisfacen mediante las funciones de servicios y prestaciones que incluyen actividades deportivas, culturales y recreativas. El ser humano por naturaleza siente la necesidad de relacionarse, ser parte de una comunidad, de agruparse en familias, con amistades o en organizaciones sociales. Entre estas se encuentran: la amistad, el compañerismo, el afecto y el amor. Estas se forman a partir del esquema social.

Necesidades de estima
Maslow describió dos tipos de necesidades de estima, una alta y otra baja.

La estima alta concierne a la necesidad del respeto a uno mismo, e incluye sentimientos tales como confianza, competencia, maestría, logros, independencia y libertad.

La estima baja concierne al respeto de las demás personas: la necesidad de atención, aprecio, reconocimiento, reputación, estatus, dignidad, fama, gloria, e incluso dominio.

La merma de estas necesidades se refleja en una baja autoestima y el complejo de inferioridad.
El tener satisfecha esta necesidad apoya el sentido de vida y la valoración como individuo y profesional, que tranquilamente puede escalonar y avanzar hacia la necesidad de la autorrealización.

La necesidad de autoestima, es la necesidad del equilibrio en el ser humano, dado que se constituye en el pilar fundamental para que el individuo se convierta en el hombre de éxito que siempre ha soñado, o en un hombre abocado hacia el fracaso, el cual no puede lograr nada por sus propios medios.

Autorrealización o autoactualización
Este último nivel es algo diferente y Maslow utilizó varios términos para denominarlo: «motivación de crecimiento», «necesidad de ser» y « autorrealización».
Es la necesidad psicológica más elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías, y es a través de su satisfacción que se encuentra una justificación o un sentido válido a la vida mediante el desarrollo potencial de una actividad. Se llega a ésta cuando todos los niveles anteriores han sido alcanzados y completados, o al menos, hasta cierto punto.

miércoles, 14 de marzo de 2018

14 de marzo. Día de Pi

Hoy no solamente es 14 de marzo, hoy se conmemora el día de "Pi", el número que indica la proporción de una circunferencia con su radio, cuyos entusiastas se pasean en esta jornada con camisetas adornadas con la letra griega que lo representa y celebran fiestas en su honor.

La razón de esta celebración es que en el calendario estadounidense, que antepone el mes al día, hoy es 3-14, como los tres primeros dígitos del número.

El físico Larry Shaw fue, quien en 1988, creó este día conmemorativo, que en aquel entonces tuvo su primera fiesta en el museo Exploratorim de San Francisco, en California (EEUU), donde él mismo trabajaba y llegó a ser reconocido como el Día Nacional de Pi por la Cámara de Representantes de EE.UU. en 2009.

El concepto Pi es importante para las matemáticas; en el Día del Número Pi profesores, matemáticos, etc. se reúnen para organizar reuniones y hablar sobre la importancia del número Pi que tiene en la vida y en la sociedad de hoy en día, intercambiar anécdotas, etc.

También se realizan concursos para comprobar qué persona es capaz de recordar y memorizar más cifras del número Pi.

domingo, 11 de marzo de 2018

El Bosque del Recuerdo. 11M

"Los cipreses son árboles resistentes, orgullosos y obstinados. No se van por las ramas. Crecen a lo alto, divinos ellos, hasta medio metro al año, sin nada que les distraiga de su obsesión por tocar techo. Los olivos, sin embargo, son especie pragmática. Domesticados por el hombre durante milenios, tienen una misión en su vida, que puede ser centenaria: dar cuantos más frutos mejor para sus amos. Por eso se expanden a lo ancho y no crecen más allá de una altura que permita a los humanos hacerse con ellos. 

Da gusto observar cómo conviven cipreses y olivos en el Bosque del Recuerdo del parque del Retiro de Madrid. Como Quijotes y Sanchos. Espirituales los primeros, terrenales a rabiar los segundos. Hay plantados 170 cipreses y 22 olivos en este promontorio, una especie de espiral hacia el cielo ideada como homenaje de la ciudad a los fallecidos en los atentados. Uno por cada asesinado. Hay otros monumentos, otros memoriales, pero es aquí donde las familias prefieren recordar a los suyos cada 11-M de cada año desde el primer aniversario. 

Quizá porque, lejos del bronce y el granito de las estatuas y las placas, los árboles están vivos, como ellos en su recuerdo. No hay un nombre para cada uno, pero puede que haya a quien consuele imaginar que uno de esos Quijotes, o de esos Sanchos, encarna la inconsolable ausencia de su ser querido. En diez años, alguno ha enfermado, ha muerto incluso, y ha tenido que ser trasplantado o sustituido por un ejemplar joven. Pero también había ancianos, y enfermos, y niños entre los caídos en las vías. Así es la vida. Hay alrededor del Bosque un hondo silencio."

El 11 de marzo de 2004, hace hoy 14 años, cuatro trenes saltaron por los aires en Madrid, en el que es el peor atentado terrorista de la historia de España. Al producirse las explosiones, los convoyes se encontraban en las estaciones de Atocha, El Pozo, Santa Eugenia y a la altura de la calle Téllez, cerca de Atocha. En total explotaron diez bombas que causaron la muerte a 193 personas e hirieron a otras casi 2.000.

En total, 193 personas de 17 nacionalidades distintas -la española la más numerosa (143 víctimas)- perdieron la vida en los atentados perpetrados por Al Qaeda: 34 perecieron en el tren que explotó en la estación de Atocha; 63 frente a su paso por la calle Téllez; 65 en el de la estación del Pozo; 14 en el que estaba en la estación de Santa Eugenia y 16 en diferentes hospitales. La última murió en 2014 tras permanecer en coma diez años.

A estas víctimas se sumó el policía del GEO Francisco Javier Torronteras tres semanas después, el 3 de abril de 2004, como resultado de las heridas sufridas cuando siete miembros del comando islamista autor de la masacre se suicidaron utilizando los explosivos que almacenaban en un piso de Leganés.

miércoles, 7 de marzo de 2018

La tragedia del 8 de marzo

La huelga de 40.000 costureras industriales es uno de los hecho más recordados por su trágico final. Las costureras de muchas grandes fábricas de Estados Unidos se declararon en huelga para reclamar igualdad de derechos, reducción de jornada, derecho para unirse a los sindicatos y el cese de la explotación infantil. En una de las fábricas donde se declaró la huelga, en la Cotton Textil Factory, en Washington Square, en Nueva York, la jornada acabó en tragedia.

La fábrica de camisas Triangle Shirtwaist ardió en la madrugada con centenares de mujeres que trabajaban en el interior de aquel edificio de diez plantas y que no pudieron escapar de las llamas porque los propietarios habían bloqueado todos los accesos para evitar robos en su interior.

La dramática escena en el corazón de Manhattan conmocionó a la opinión pública. 146 mujeres murieron. Al no encontrar otra vía de escape, muchas de las trabajadoras saltaron por las ventanas del edificio resultando gravemente heridas en la caída ; 53 mujeres murieron tras «estrellarse contra el suelo».

La mayoría de las víctimas eran jóvenes inmigrantes, de origen judío e italiano, que se ganaban precariamente la vida en el taller textil de la firma. Su sacrificio no fue en vano. Tras la tragedia, las leyes estadounidenses comenzaron a recoger mejoras en la seguridad en el trabajo en el sector industrial y el incendio de la fábrica sirvió de aldabonazo para la causa de las mujeres trabajadoras y del internacionalismo obrero en general en todo el mundo.

Poco después del suceso, se creaba en Sindicato internacional de mujeres trabajadoras textiles. En paralelo, las iniciativas nacidas en el seno de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas germinaban en la proclamación de un día para el reconocimiento de los derechos de las mujeres trabajadoras; no solo por las mejoras sociales, sino también por la conquista del derecho al sufragio.

Sería en 1977 cuando la Organización de Naciones Unidas convirtió la jornada del 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

jueves, 1 de marzo de 2018

La Ñ

Si hay una letra singular en nuestro abecedario, esa es sin duda la letra ñ.

La ñ no entró en el diccionario de la Real Academia Española hasta 1803. Pero el origen de esta letra, genuinamente española, se remonta casi 1.000 años atrás.

Para conocer cómo surgió esta icónica letra hay que retroceder a la Edad Media. En latín, ni la letra ni el sonido correspondiente a la eñe existían. Pero a medida que el latín evolucionó y empezaron a surgir las lenguas románicas, como el castellano, el francés o el italiano, apareció este sonido nasal (el aire sale por la nariz) palatal (al pronunciarlo el dorso de la lengua se apoya contra el paladar) que identificamos como "eñe".

Al no existir en el alfabeto latino, los escribas tuvieron que inventar formas de reproducir ese sonido en los textos de las lenguas romance. Así, desde el siglo IX, los copistas empezaron a transcribir el sonido de la eñe de tres formas diferentes:
- Como una doble n (nn): canna (caña), anno (año), donna (doña)
- Como un gn: lignu (leño), agnus (cordero),
- Como "ni" seguido de una vocal: Hispania (España), vinia (viña)

El uso generalizado de estas tres formas de reproducir el sonido de la eñe , generó una situación caótica, en la que en un mismo texto se podían encontrar las tres variantes -ñ, gn y ni más vocal- sin que hubiese ningún tipo de uniformidad.

Esto fue así hasta que en el siglo XIII, la reforma ortográfica del rey Alfonso X el Sabio, que buscaba establecer las primeras normas del castellano, se decantó por la ñ como la opción preferente para reproducir ese sonido.

Esta letra tan característica del español, se empezó a usar cuando para escribir dos enes, como en las palabras anno e Hispanna, se montó la segunda ene sobre la primera con el fin de economizar espacio. Esto llegó a derivar con el tiempo en una simple vírgula (signo ortográfico a modo de acento). Así, las palabras que llevaban dos enes, han heredado con el tiempo este sistema y se escriben con eñe, como año y España.
Otras palabras que han derivado a eñe: senior-señor, vineam-viña y ligna-leña. La letra eñe, también procede de la conjunción del latín mn, como en la siguientes palabras: damnun-daño, somnum-sueño o autumnum-otoño.

En tiempos antiguos, era primordial ahorrar tiempo, espacio, tinta o papel, y se adquirió el hábito en desarrollar abreviaturas, como disponer un signo “9″ al final de la palabras, que expresaba la desinencia “orum” o “eorum”.
Y es que los monjes eran prácticamente las únicos que sabían leer y escribir en la Edad Media, por lo que la mayor parte de la cultura antigua se transmitió a través de la labor de estos copistas.

En otras lenguas románicas aparte del castellano, como el gallego optaron por la ñ (España) pero cada lengua románica adoptó su propia solución gráfica para el sonido palatal nasal. Así el italiano y el francés se quedaron con la gn (Espagne, Spagna), el portugués con la nh (Espanha) y el catalán con la ny (Espanya).

La eñe es un salto cultural de una lengua romance que dejó atrás a las otras al expresar con una sola letra un sonido que en otras lenguas sigue expresándose con dos.

En los teclados de otros países donde no existe la tecla para esta letra, podemos conseguir el símbolo dejando pulsada la tecla ALT y mientras teclear 1,6 y 4 en este orden. Entonces ya podemos soltar la tecla ALT. Para la eñe mayúscula, se emplea ALT+165.

Y es que no es lo mismo pena que peña ni cono que ...