Desde 1964, para conmemorar la muerte
de Gandhi, se celebra el 30 de enero el Día Escolar de la No Violencia y la
Paz, reconocido por la UNESCO en 1993.
En esta fecha se recuerda la necesidad
de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos
Humanos, la no violencia y la paz.
El lema de este día es: 'amor
universal, no-violencia y paz. El amor universal es mejor que el egoísmo, la
no-violencia es mejor que la violencia y la paz es mejor que la guerra'.
Esta semana al ver como los chavales
han decorado la fachada de la caseta de información a la entrada de la Escuela Virgen
de Guadalupe, he recordado una historia que leí no hace mucho a cerca de una leyenda
japonesa y de cómo ésta ayudó a una
chica víctima de la bomba atómica.
Según
una leyenda japonesa, tu mayor deseo se hará realidad, si construyes mil
grullas de papel.
La consigna de crear grullas de papel
en la lucha por la paz, se remonta a la historia de una de las pequeñas
víctimas de la bomba de Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
Sadako
y la leyenda de las mil grullas.
Para los que no conocéis esta
emocionante historia real, os dejo una breve síntesis:
Sadako Sasaki tenía apenas dos años
cuando cayó la bomba en su ciudad, Hiroshima. Una década después, a causa de la
irradiación que le produjo la bomba, le fue diagnosticada leucemia.
Cuando estaba en el hospital
recuperándose de su enfermedad, su amiga Chizucho le explicó la leyenda
japonesa de las 1.000 grullas de papel. Consiste en que si tienes un enorme
deseo y elaboras las mil grullas con origami (papiroflexia), los dioses te lo concederán.
Es así como Sadako deseó curarse de su
terrible enfermedad y para ello se propuso construir por sí misma 1.000 grullas
de papel, aunque no logró conseguirlo porque falleció cuando, en octubre de
1955, llevaba 644.
Simbólicamente, sus amigos continuaron
su misión y completaron las mil, con la esperanza de que se evitaran las
guerras en el futuro y se consiguiera la paz entre todos los países del mundo.
Tres años más tarde de la muerte de
Sadako, los niños y niñas de toda la ciudad de Hiroshima le dedicaron una
estatua de ella con una grulla en su mano (está en el Parque de la Paz).
Cada año, en el día mundial de la paz,
desde todos los lugares del planeta, son enviadas centenares de grullas por
correo, las cuales son colgadas en el monumento, esto con la esperanza de
difundir el mensaje de paz y recordarnos el no repetir estos oscuros episodios
que enlutan a nuestra humanidad.
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