miércoles, 7 de febrero de 2018

La escalera de Jacob

El Génesis nos relata la huida de Jacob tras su enfrentamiento con su hermano Esaú. Rendido se echó a dormir con la cabeza apoyada en una piedra. En su sueño vio una escalera por la que subían y bajaban los ángeles. En lo alto estaba Dios que le hizo una serie de promesas.

Ángel estaba profundamente dormido, soñaba con África, recorriendo las sabanas armado con su nikon D-850, su mochila raída y sus Panamá Jack color tierra. Soñaba con grandes manadas de elefantes, cebras y ñúes pastando juntas y tranquilas . El explorador en sueños había ido a hacer un safari fotográfico a Botsuana pero tenía un espectador cuanto menos incómodo; no había manera de librarse del león de melena negra que apareció en el horizonte hace al menos tres sueños, el condenado le seguía a todas partes y sus rugidos cada vez sonaban más cerca.
Entonces se vio acorralado, enfrente el león, a su espalda una pared vertical de granito lisa como cristal pulido. El león  echó su cabeza hacia atrás y el rugido que salió de sus fauces hizo que le temblara hasta el último músculo del cuerpo.
En milésimas de segundo una boca negra rodeada de afilados dientes estaba a escasos milímetros de su cara.

Ángel se despertó de forma violenta. Miró al vacío y se preguntó si lo que la había despertado había sido el terror u otra cosa. No, el terror no había sido, no tenía ninguna duda pero, ¿entonces? No podía ser, era… prácticamente imposible pues vivía en un sexto piso sin balcón,  pero estaba casi seguro de que había escuchado unos golpes en el cristal de su  ventana.
No, no, es posible, pensó. Se volvió a tapar con las mantas y se dispuso a dormir de nuevo.
– ¿No piensas abrirme?
Esa voz… no se lo podía creer, ¿podría ser ella? Abrió los ojos y allí estaba, a los pies de la cama, sonriéndole.
Ana se acercó hacia él y le dio un beso en los labios, tan lento que parecía que el tiempo se paraba, tan dulce… se miraban a los ojos al mismo tiempo y a la vez sonreían, besos cortos, sinceros, de amor, besos que sabían a caramelo. Entonces ella se apartó un poco y le tendió la mano.
– ¿Vienes?
– ¿Adónde? -preguntó él con cierto miedo.
-Al universo…
Ángel no sabía por dónde se iba al universo y la verdad es que poco le importaba. La quería, y sería capaz de ir con ella hasta la más lejana de las estrellas. Se levantó y le entrelazó la mano, se miraron y sintieron cómo uno estaba dentro del otro, se leyeron el pensamiento y se dieron cuenta de que todo era perfecto.

Se acercaron a la ventana, que permanecía abierta y contemplaron las lucecitas de la ciudad, parecían mil estrellas mirándolos, mirando su amor. Ella le cogió de ambas manos, le dio un beso en los labios, le acarició la mejilla y le susurró al oído…
-Déjate llevar…
Ángel y Ana saltaron al vacío y él ahogó un grito de terror mientras ella sonreía. Miró hacia abajo y veía el suelo cada vez más cerca, hasta que de repente se sintió fluir, volar…

Estaban volando, lo hacían cada vez más alto, parecían un cohete espacial que ascendía rápidamente hacia el cielo pero entonces se pusieron en horizontal y parecía que flotaban. Angel se giró y se encontró con la cara de Ana, le miraba y sonreía, una sonrisa de calidez, de ternura. Se encontraban quizá a mil metros de altura y él se sentía más seguro que nunca. Se besaron. Era una extraña sensación, el viento les daba en toda la cara pero el beso les gustaba tanto que no lo notaban, solo sentían la calidez de los labios, su sabor, el sentimiento de que en ese momento eran eternos.
Volaban, y lo hacían por debajo de millones de estrellas que parecían sonreír al contemplarlos, mientras, ella le daba pequeños besos en el cuello, le acariciaba  la cara y el pelo, sentía cada poro de su piel bajo su cuerpo y suspiraba, le encantaba. Cerró los ojos y siguió su consejo, se dejó llevar. Sentía sus besos, el viento en su cara, sentía sus caricias y notaba cómo el corazón le explotaba de felicidad. Abrió los ojos y miró a las estrellas, miró a la inmensidad de un cielo que era eso, el infinito. Se sintió especial, único. Era consciente de que todo aquello era un sueño pero no quería despertar nunca, en ese instante quería dormir toda la eternidad, estar volando junto a ella toda la vida.
Entonces su voz volvió a susurrar en sus oídos…
-Es hora de bajar de las estrellas…
En cuestión de segundos, la ventana del dormitorio de Ángel se puso a la vista. Entonces el rocío se confundió con lágrimas y los besos empezaron a tener sabor a despedida. Ana le acompañó hasta la cama y …

Ángel se durmió al instante con una sonrisa en los labios y el mundo empezó a rodar de nuevo.
Un ruido estridente sonó en la habitación. ¿Qué hora era? Miró el reloj, eran ya las diez de la mañana. El ruido provenía de su móvil, tenía un mensaje.
Abrió el móvil y al leerlo se quedó sin palabras: " El Cielo es mucho más bonito si estás conmigo, gracias por el paseo de anoche. Te amo."
Era un mensaje de ella, de Ana.
Había muerto en un accidente de coche hacía un año.

En general se considera que la escalera de Jacob es la conexión entre el Cielo y la Tierra y simboliza la esperanza de los humanos de alcanzar el paraíso eterno subiendo por ella.
En otros contextos menos religiosos representa el ascenso, el progreso y el paso de la oscuridad a la luz, de lo material hacia lo espiritual y también de la ignorancia al conocimiento.



1 comentario:

  1. Vivo Gaming - Casino Web - Boegocasino
    Vivo Gaming is 서산 출장안마 a leading online gaming provider to the gambling industry, providing 원주 출장안마 cutting-edge casino 포천 출장안마 solutions, high quality gambling products to 보령 출장샵 players around the 바카라 world

    ResponderEliminar